A pesar de que los najerinos dejaron
meridianamente claro en las urnas que querían cambio, el Ayuntamiento de Nájera va a
seguir presidido por las dos alcaldesas. Y es que para llevar a cabo lo que los
najerinos, con sus votos, ordenaron, hace falta generosidad, humildad y altura
de miras. Valores de los que los políticos de Nájera, al parecer, no andan muy sobrados. Así
las cosas, los estómagos agradecidos ya pueden estar tranquilos: Tienen
aseguradas sus prebendas, sus favores y sus cargos. Algunos políticos, empero, tendrán
que rendir cuentas ante el pueblo soberano.