Lo
más comentado de esta Semana Santa, para vergüenza de propios y extraños, ha
sido la Procesión de Jueves Santo. Los centenares de najerinos que aguardábamos
el paso de la Procesión, parapetados en portales, tiendas, bocacalles y bares,
nos quedamos estupefactos: La Procesión la abría la señorita alcaldesa, de paisano
-solo llevaba una estola-, acompañada de cincuenta cofrades -la mayoría
mujeres- portando unos faroles, que más parecían la Guardia Pretoriana
escoltando a una emperadora romana, que devotos procesionarios. Fueron muchos
los najerinos que sintieron estar en una manifestación del Partido Popular, en
lugar de en la Procesión de Jueves Santo. Por lo demás -afortunadamente el
cuadro no se repitió en Viernes Santo-, como ocurre siempre, los actos
religiosos fueron los más concurridos por najerinos y visitantes.