Quizá sea exagerado. Pero lo cierto es que
la farola de la Plaza de Santa María La Real produce descargas fortísimas. Así
lo atestiguan varios vecinos de Nájera que han visto cómo sus perros han salido
despedidos al arrimarse a ella. Espero que los atareados liberados de nuestro
Ayuntamiento saquen un ratito para descolgar el teléfono y ordenarle a quien
corresponda que erradique este peligro, antes de que le ocurra nada a algún
niño. ¿Lo sacarán?