Ya ha sido retirado el material utilizado para la quema de los fuegos de
artificio del aparcamiento de la remolachera. Han tardado, pero bien está lo
que bien acaba. Ahora solo falta tirar la caseta inmunda de la báscula. No sé
cómo consienten los camioneros y los vecinos de Wichita tener ese foco de
infección ahí. Pero puedo deciros, que al ir a hacer la fotografía, a punto
estuve de echar la primera papilla que comí.