La Feria de Maquinaria Agrícola, Industrial
y Automoción de Nájera desaparece. Así de grave está el asunto. Cuando acudí a
la feria ayer por la mañana para hacer unas fotografías, se me cayó el alma al
suelo. Daba pena contemplar el desolado paisaje que ofrecía lo que pudiera -y puede-
ser un gran acicate para sacar a nuestra ciudad de su estado agonizante. Y esto
no se puede ni se debe tolerar. Los nuevos gobernantes tienen que hablar con
los expositores; preguntarles cómo y cuándo quieren exponer sus maquinarias,
coches y tractores; qué inconvenientes tienen; cómo pueden estimularles… Y
los anteriores tienen que acabar inmediatamente con la abyecta política de “no
importarles quedarse ellos ciegos si dejan tuerto al contrincante”. Aquí nos
jugamos mucho todos. Incluso los que ahora mismo no tienen ni para comer
caliente. A todos nos interesa que acudan a nuestra ciudad miles de visitantes.
Esto tiene que acabar. Nuestros valientes y generosos industriales se han
cansado ya, y no volver más a la Feria planea ahora mismo por sus mientes.
Terneras asadas. Que lo que digo es cierto, lo demostró ayer el
entusiasta e imaginativo hostelero José Manuel Hidalgo Besga, “Manolo”, con sus
dos terneras asadas, servidas de un modo magistral por el C. D. Náxara. Una
muchedumbre abarrotó la ribera para saborear tan exquisito -y abundante- manjar,
y, además de venderlas enteras, creando un ambiente envidiable, la gente no pudo
ni tomarse un café después, porque estaban repletos todos los Restaurantes y
Bares. Como podéis ver, todos ganan cuando alguien atrae a la gente. Así, pues,
no cabe otra que darles un suspenso a los políticos, y a los hosteleros e
industriales najerinos un sobresaliente.