Anoche, a pesar de que la lluvia amenazaba
con privarnos de ver actuar a estos dos genios de la música, el dúo “Ludovico”
nos hizo vivir una increíble víspera de fiestas. Javi Méndez y Álvaro Bárcena,
con su buen hacer, consiguieron que mi crónica anterior se quedara corta. Es
una auténtica delicia observar cómo toda una terraza bailaba sin cesar al son
de la música de estos dos asturianos de pura cepa. Esto es muy difícil de
conseguir -aunque ellos hagan que parezca sencillo-, ni siquiera en las
Verbenas de la Plaza. Y es que no basta con tocar y cantar de maravilla, además
de tener el don de conectar con la parroquia. Para conseguir esto es
imprescindible ser buenas personas. Y Javi y Álvaro lo son. Y esta bendita
virtud no pasó desapercibida para los asistentes que quisieron darles personal y
efusivamente la enhorabuena. Quienes no los habían visto actuar nunca, se
quedaron maravillados, y quienes ya los habíamos visto, les rogamos que
volvieran. Pero esto no sería posible, como ya os dije en la crónica anterior, sin la generosidad de Manolo, dueño del Kien, y la inestimable colaboración de
Andrés Gómez Tejada, responsable de AGT, que apuestan decididamente por la
buena música. Y no quiero terminar la crónica, sin agradecerle a Cristina el haberme
concedido el honor de conocerla. ¡Enhorabuena!