Si ayer os hablaba de
la chapuza de la barrera arquitectónica de la calle Reino de Nájera, hoy os
tengo que hablar del “más difícil todavía”. Resulta que para picar la entrada
de la Real Capilla y Parroquia de Santa Cruz, y hacer las obras antes de Semana
Santa, les han cerrado el paso a los vecinos de la Plaza de la Cruz, nº 4, y tienen
que acceder a sus casas por el pasaje de la antigua Ibercaja, que tiene cuatro
grandes escalones. Para salvarlos, han colocado un rampa empinadísima, y
encima, ocupando solamente tres de los cuatro escalones. Con lo cual, los
vecinos y visitantes que vayan con sillas de ruedas, coches de niños y carros
de la compra, van a tener que realizar el “triple salto mortal”, ¡sin red!