El Claustro de los
Caballeros del monasterio de Santa María La Real de Nájera, a pesar de las
restauraciones -alguna muy reciente-, se encuentra en un estado de avanzado
deterioro por dos causas, principalmente: Una natural, y otra por la mano del
hombre. Hoy hablaremos de la natural, documentando la entrada con ocho
fotografías que son un fiel reflejo del deterioro que actualmente sufre. La
parte inferior del Claustro es de sillería cubierta con crucerías de terceletes
en varios tramos y estrelladas con combados curvos en los cuatro rincones, el
ala este, un tramo de la norte y otro de la sur, sobre arcos apuntados que van
hacia muros perimetrales y pilastras con estribos cajeados hacia el patio. Las
arquerías a éste se cierran en su tercio superior con tracerías de claraboya,
muchas reconstruidas a base de elementos de grutesco sobre tres columnillas
acanaladas de fuste anillado, bajo una de las cuales se abre al patio, en el
ala este, la “Puerta de la Luna”, puerta adintelada y sobre pilastras, con
escudete de la corona de Navarra, de los que hay otros sobre el arco central de
cada paño hacia el patio… Para no extenderme en demasía -para describirlo
entero harían falta un montón de páginas-, haré hincapié en lo deterioradas que
se encuentran la mayoría de las tumbas, algún contrafuerte y una de las columnillas
que sujetan las tracerías, y, por ende, en el escrupuloso respeto que debemos
profesarle a un monumento tan hermoso y frágil como este. Y como una imagen
vale más que mil palabras, aquí tenéis estas ocho, para no aburriros ni
aburrirme.