Humillante instantánea. EFE |
El ex presidente del Gobierno,
Felipe González, se ha sumado al ex mandatario español, José María Aznar y otros
23 ex jefes de Estado y de Gobierno, en el apoyo a la Declaración de Panamá, un
documento en el que denuncian la “grave alteración democrática y constitucional”
que, señalan, padece Venezuela y reclaman la liberación de los “presos
políticos venezolanos”. Soslayando si Venezuela merece nuestra ayuda o nuestro
desprecio, me parece nauseabundo que Felipe González salude tan servilmente al
arrogante dictador que desoyó a noventa y cinco de cada cien españoles por
hacerse la abyecta “foto de las Azores”. ¿Por qué no hicieron lo mismo cuando
el Partido Popular derogó unilateralmente la “Ley de Justicia Universal”, para
evitar que se dictara la busca y captura del ex presidente de China entre 1993
y 2003, Jiang Zemin, y del ex primer ministro del mismo país entre 1988 y 1998,
Lip Peng, junto a otros tres jerarcas chinos por delitos de genocidio y
crímenes contra la humanidad, por sus actos contra la población de Tibet en la
década de los 80 y 90, y que supuso la puesta en libertad de 30 supuestos
narcotraficantes que se encontraban en prisión por ser autores de gravísimos
delitos? La que digo: ¡Nauseabundo!