La alcaldesa, prometiendo estar al lado de los más necesitados.
Tal y como me temía, a la primera oportunidad que ha tenido, nuestra proba alcaldesa ha demostrado lo que de verdad siente por Nájera y por los najerinos. A pesar de que todos los líderes de su partido, con Mariano Rajoy a la cabeza, están vendiendo hasta la saciedad la “austeridad” como caballo de batalla para esta legislatura, ella, en solidaridad con los más de setecientos parados que tenemos en nuestra ciudad, y con las familias que atravesaron el umbral de la pobreza hace tiempo ya, ha vuelto a liberar a dos concejales, con un sueldo de 32.407,20 euros al año, cada uno de ellos, que sumados a los 42.214 euros anuales que cobra ella, hacen un total de 107.028,60 euros. Sin contar lo que hay que pagarle a la Seguridad Social. Lo que, traducido al castellano, hace un total de más de veinte millones de las antiguas pesetas. ¡Una auténtica profanidad! Y mucho más aún, si tenemos en cuenta la cantidad de fábricas, pequeños negocios y comercios que han cerrado ya, y los que no van a tener más remedio que cerrar. En verdad causa auténtica consternación comprobar que nuestra proba alcaldesa, la misma que pregona a los cuatro vientos, que “ella trabaja por amor a Nájera y a los najerinos”, es la segunda mejor pagada de La Rioja, por detrás de Cuca Gamarra, alcaldesa de Logroño. Ni siquiera necesito echar la vista atrás, para recordar que lo que los tres liberados van a hacer por veinte millones de pesetas al año (ochenta la legislatura), lo han hecho anteriormente otros najerinos sin cobrar. Porque ahora mismo, sin salir de La Rioja, hay varios alcaldes que han renunciado a su jornal. Y me da igual porqué lo hayan hecho. Solo sé que lo han hecho. Y eso me basta. Y a ella también le tendría que bastar, para que se le cayera la cara de vergüenza. Aunque para eso hay que tenerla. O conocerla. Que no es lo mismo, pero da igual.
