martes, 22 de marzo de 2011

¡Qué sabrán estos blogeros!

Riachuelo y vertedero. Años 50.
   Eso mismo digo yo: ¡qué sabrán estos cantamañanas del Blog del Cantor!, que dicen que el Paseo siempre estuvo jalonado de frondosas choperas, que, junto a los árboles centenarios del espigón alto, le daban a éste una vivificadora y refrescante umbría en verano, y un balsámico y gratificante calor en invierno, por ser todos ellos árboles de hoja caduca, permitiendo con ello, que en verano no penetrara ni un solo rayo de sol, y que por contra, penetraran en toda su plenitud miles de ellos en invierno, haciendo que fueran auténticamente deliciosos los paseos. Dicen que nunca fue un pestilente y humeante vertedero; y lo dicen, además, sin ruborizarse por ello. Pero su osadía no termina ahí, ¡qué va! Estos cantamañanas van aún más lejos, y afirman, igualmente, que el riachuelo llamado Najerilla, que siempre ha sido una miserable sentina, fue un fiero río truchero, de aguas límpidas y gélidas, capaz de inundar todo el casco antiguo y todo el Paseo. Que fue temido por sus grandes crecidas, ríadas o najerilladas, como quieran llamarlas ellos, y que ningún espigón era capaz de contenerlo. Es increíble que puedan decir esto, cuando todo el mundo sabe que el Arquitecto que diseñó el Puente de Piedra fue un auténtico necio, que para tocarles las pelotas a los que gobiernan ahora, le puso ocho ojos, cuando con dos tiene más que suficiente para desaguar todo lo que nos viene  de los valles de Mansilla y de San lorenzo. Así que, lo mejor que pueden hacer estos blogeros, es dejar de ser moscas cojoneras, y colaborar para que quienes gobiernan construyan cosas de primerísima necesidad en lo que fue vertedero, y en lo que siempre fue una sentina, más paseos. ¿A que no lo hacen? ¡Ya veremos!