lunes, 26 de agosto de 2019

Recuperemos la Historia.

La  “Fuente de la Estacada” fue uno de los rincones más hermosos y concurridos de nuestra ciudad. Los bancos de cemento, abandonados hoy a su suerte, son el último referente que nos queda de tan emblemático lugar. No sé -ni me importa- el valor histórico que puedan tener. Pero sé el valor sentimental que tienen para todos los de mi edad. En ellos nos sentaban nuestros abuelos y nuestros padres a merendar, bebiendo a grandes sorbos el agua medicinal de dicha Fuente. Siendo unos chiguitos, nos poníamos ciegos de piña, pera y melocotón en almíbar, y de gaseosa, naranjada y algo parecido a la coca cola, en las fiestas de San Juan. Y en ellos hacíamos lo que podíamos cuando, siendo jóvenes, ligábamos en la San Fernando o en el Managua y acudíamos allí a retozar. Muchos najerinos mayores, incluido mi difunto abuelo Benedicto “Morgón”, subían cada día a llenar una botella de su agua medicinal. Tal era la creencia. Y algo tendría de verdad. Después, la desidia, la incultura y la codicia hicieron que ese paraje se deteriorara y se envenenara el manantial. Hace unos años, el concejal de Parques y Jardines, Juan Ignacio del Rey, intentó recuperarlo, mas todo sigue igual. Espero y deseo de todo corazón que, de una vez por todas, se respete y guarde culto a un lugar tan especial.