martes, 31 de mayo de 2016

De mendaces y sinvergüenzas.


    El Diputado Nacional del Partido Popular de La Rioja, Emilio del Río, denunció ayer que “la mentira es la política permanente del tripartito que desgobierna Nájera”. “El tripartito no ha ofrecido absolutamente nada nuevo para Nájera, porque está más preocupado de sus sillones y de sus sueldos”. Que el señor Emilio del Río declare esto, es, cuanto menos, vergonzoso. Y le diré por qué, señor del Río. Su partido ha tenido durante doce años seguidos dos liberados y una alcaldesa con unos sueldos astronómicos. Y para más inri, uno de los liberados estaba fuera de Nájera casi la totalidad del tiempo -que le pagábamos los najerinos- haciendo política de partido. Los que, según usted, “están preocupados de sus sillones y de sus sueldos”, salvo el alcalde, están sin cobrar un solo euro. Es más, alguno de ellos se pasa todo el día enterito en el Ayuntamiento. En cuanto a “ofrecer algo nuevo”, difícilmente pueden hacerlo, teniendo a los Gobiernos regional y nacional en contra, y cortándoles el grifo. No son los nuevos los que han dejado sin solucionar el problema de Peñaescalera, después de dieciséis años gobernando. Ni los que han convertido en un corral de vacas un lugar sagrado, repleto de yacimientos arqueológicos. Ni los que han sido incapaces de adherirse a un Plan de Rehabilitación Integral de Cascos Históricos. Ni los que han dejado las calles en un estado lamentable, y deshumanizado y hundido el casco antiguo. Ni los que han permanecido impertérritos mientras se vaciaban los polígonos y se cerraban fábricas y comercios. Ni los que se han pasado la Normativa Vigente y las Leyes por el arco del triunfo. Ni los que han abandonado a su suerte a los vecinos que viven debajo de las peñas de Malpica y del Castillo. Ni los que han hecho que en Nájera haya hambre, más de mil parados y casi cien hogares en los que no entra un solo euro. Ni los que han privatizado el agua para seguir cobrando los sueldos de los liberados. Ni los que han destrozado el Paseo construyendo edificios. Ni los que se han dejado hundir la Casa de Cultura porque no la habían hecho ellos. Ni los que han contratado a dedo a todo el mundo… Así que, por favor, señor del Río, cuando vaya a hablar usted de mendaces y sinvergüenzas, acuérdese de los suyos.