Ayer, a las 19’00 horas, fueron presentadas en el auditorio de la escuela de Patrimonio Histórico las obras de emergencia del Monasterio de Santa María La Real de Nájera por parte de los arquitectos del proyecto. Después de la exposición, hicieron una visita guiada voluntaria por los espacios más representativos del Monasterio, a fin de dar a conocer el monumento. Las obras llevadas a cabo en la Iglesia y Sacristía del Monasterio de Santa María La Real en Nájera, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), por un montante de 1.137.156 euros, fueron aprobadas el pasado mes de junio por el Consejo de Ministros. El objetivo principal de la intervención ha sido garantizar la estanqueidad de la iglesia y sacristía del conjunto monacal para controlar las condiciones de humedad interiores. El proyecto, enmarcado dentro del Plan Nacional de Abadías, Monasterios y Conventos coordinado por el IPCE, ha sido ejecutado por la empresa Alfaro Construcciones y Obras en un plazo de 15 meses. La presencia de termitas de manera generalizada en el monumento, que se veía favorecida por dicha humedad, provocó de manera urgente la ejecución de las obras, ya que suponían un grave riesgo tanto para los elementos constructivos de madera como para los bienes muebles de alto valor artístico e histórico. Como quiera que esta noticia va a aparecer en todos los medios de comunicación, no quiero extenderme en los detalles del resto de intervenciones, pero sí quiero, empero, volver a reiterar que el problema de las termitas en nuestra ciudad es tan grande que, a mi juicio, creo que deberían implicarse en este asunto el Ayuntamiento de Nájera y el Gobierno de La Rioja, como mínimo. -En el apartado de comentarios colgaré un par de ellos relacionados con estos isópteros-.
