martes, 14 de agosto de 2012

Visita Real, a una mujer muy especial.

La Reina saludando a la señora Felisa.
 
  El día 18 de junio de 1.984, con motivo del almuerzo que sus Majestades los Reyes de España iban a celebrar en el Claustro de los Caballeros del Monasterio de Santa María La Real de nuestra ciudad, acompañados de las autoridades locales y regionales, el Rey quiso aprovechar la ocasión para saludar a la señora Felisa, una mujer a la que no ha olvidado jamás (hace muy pocos años volvió a preguntar por ella), desde que en el año ¿1.956?, siendo cadete de la Academia General Militar de Zaragoza, y hallándose de maniobras en Ezcaray, visitó Nájera, y en Nájera, el Bar Antero, que en aquellos años regentaba ella. La señora Felisa, que era una mujer muy temperamental e ingeniosa, y de trato muy llano con los clientes, cuando entraron y lo vio tan delgado, después de servirles lo que le habían pedido, le dijo: “Anda chiguito, cómete esto que estás en los huesos”. El Oficial que los había traído a nuestra ciudad, al oír eso, le debió decir: “Señora, que está usted hablando con el Príncipe de España”. A lo que la señora Felisa le soltó a bocajarro: “Y a mí qué cojones me importa”. “Como si quiere ser el Papa de Roma”. “Tú chiguito cómetelo todo, y no le hagas ni caso”. El Rey se quedó tan impresionado con tan familiar trato, que después de casi treinta años, envió una circular al Gobierno de La Rioja, ordenando que la avisaran de su viaje a nuestra ciudad, para que lo estuviera esperando, porque no pensaba abandonarla sin darle un abrazo. Y así lo hizo ante centenares de najerinos, totalmente embelesados con semejante acto.
   A los seis años de esta anécdota, tan curiosa como hermosa, en el año 1.990, la señora Felisa nos dijo adiós para siempre. Sean, pues, para ella estas humildes líneas, con mi mayor gratitud y respeto.
El Rey, recordándole a la señora Felisa la feliz ocurrencia.