domingo, 11 de octubre de 2020

¿De quién es el problema?

Hace muchos años ya que de la falda del Castillo de Nájera baja agua a la calle Costanilla, creando humedades en las casas. En la pasada legislatura, estando en el Equipo de Gobierno Jaime Bravo, concejal de la agrupación electoral Alternativa Najerina, consiguió que la empresa Aqualia sellara los depósitos, dejándolos nuevos, y aun así, sigue manando el agua. Esto puede significar dos cosas: Que la tubería de fibrocemento que baja desde los depósitos hasta dicha calle tenga fugas, o que en el Castillo existan manantiales de agua. El jueves pasado, empleados de Aqualia hicieron una zanja al final de la falda, en pleno camino, para colocar en ella un tubo de PVC que evite dichas fugas. Al día siguiente de colocarlo, la zanja apareció llena de agua, y los operarios tuvieron que subir a achicarla. Lo que vuelve a evidenciar que en el Castillo existe un gran problema, porque sea cual fuere de los dos señalados, su solución es aparatosa y costosa. Los tubos de fibrocemento habría que descubrirlos enteros para cambiarlos por otros nuevos, o, en su defecto, habría que encontrar los manantiales y canalizar sus aguas, desviándolas de las casas. Y es aquí donde se encuentra el dilema: ¿De quién es el problema? ¿Del Ayuntamiento? ¿De Aqualia? ¿Del Gobierno de La Rioja? Desde luego, de los vecinos no. Por consiguiente, el Ayuntamiento no puede tratarlos con soberbia, engreimiento y desprecio, negándoles audiencia para que expongan sus quejas, y mucho menos aún mandarlos a hacer puñetas por teléfono, diciéndoles que lo que tienen que hacer es aislar sus casas, porque ese es su problema. Bastante tienen ya con sufrir las humedades, como para tener que sufrir también las impertinencias de un Ayuntamiento incapaz, inepto e incompetente. Gobernar significa solucionar los problemas, no eludirlos o culpar de ellos a otros.