miércoles, 27 de febrero de 2019

¡Que no los quite nadie!

Meterse en el río Najerilla cuando cubre solo hasta el tobillo a quitar cuatro troncos varados en una de las cepas del Puente de Piedra, no tiene ningún mérito. ¡Eso lo hace cualquiera! Lo que de verdad es emocionante, arriesgado y meritorio, es hacerlo cuando hay una gran crecida y la cantidad de troncos varados amenazan con malograr la operación, y con inundar el pueblo. ¡Eso sí que es de intrépidos! Por consiguiente, como reza el título de la entrada, ¡que no los quite nadie!