jueves, 3 de noviembre de 2016

En mis tiempos no ocurría esto.


    Confieso que no he hablado con Gloria Martínez. Pero me juego la tecla Ñ de mi ordenador a que la pobre mujer ha estado todo el puente pasando la aguja sin hilo. Causa una profunda tristeza comprobar hasta qué punto nos hemos deshumanizado los najerinos. En mis tiempos, si alguien hubiese montado un Rastrillo como el que ha montado Gloria para recaudar fondos para ACAB, seguro que se queda sin existencias el primer día, aunque la mitad de lo adquirido por los najerinos en el Rastrillo se lo hubiesen regalado después a los vecinos, familiares o amigos. Y es que antes en Nájera éramos una familia, y aunque no cagáramos de hambre, todos colaborábamos desinteresadamente en las causas justas. En el Rastrillo de este año había cosas preciosas, a precios casi simbólicos. Y, sin embargo, me consta que muy poquitos najerinos hemos acudido. Quienes conocemos de cerca esta terrible enfermedad, valoramos en lo que valen los esfuerzos de Gloria, y padecemos el desinterés, cuando no desdén, de los najerinos. Sé que corren malos tiempos -y aún van a correr mucho peores-, pero hay causas en las que no colaborar no tiene ningún pretexto. No sé qué hará mi buena Amiga Gloria en el futuro, pero yo, en su lugar, no volvería a montar en Nájera un Rastrillo en muchísimo tiempo.