El azar ha querido que una ocupación descarada haya tenido un final feliz. Esta mañana, las hijas y el hijo del recordado y añorado Buenaventura Vélez se encontraban en una de las terrazas de la Plaza de España tomando un café, y en un momento dado han decidido ir a echarle un vistazo a la casa en la que vivieron, ubicada donde más se ve, entre la calle Rey Don García y la travesía de Santa María La Real, y se han encontrado con la desagradable sorpresa de que estaba ocupada desde hace dos días o tres -los mismos que hacía que habían colgado el cartel de “Se vende”-. El azar ha querido también que hayan podido acudir en el acto dos números de la Guardia Civil y dos Policías Locales -por la tarde se han personado otros dos números de la Guardia Civil-, porque, desgraciadamente, las najerinas y los najerinos estamos totalmente desamparados. Una vez inspeccionada toda la casa, por si había algún ocupa dentro, tanto la Guardia Civil como la Policía Local han abandonado el lugar de los hechos. Antes de eso, todos los que estábamos allí le hemos dicho al teniente de Alcalde, Javier Benito, que esto se tiene que acabar; que este es el pan nuestro de cada día -sobre todo para las vecinas y los vecinos del casco antiguo-, y que ya hay muchas personas asustadas, angustiadas y desesperadas. Tanto es así, que se está barajando la posibilidad de crear una especie de “plataforma de afectados”, de “patrulla vecinal” o lo que sea menester, para acabar de una vez por todas con esta intolerable situación de indefensión. Sé de primera mano que este problema viene de lejos; sé también que actualmente se están celebrando reuniones con bastante frecuencia entre los Policías Locales y el Equipo de Gobierno; pero esto no es suficiente. Esto no nos tranquiliza a nadie. Las najerinas y los najerinos queremos que lleguen inmediatamente a un acuerdo. Si no es así, yo no sé cómo va a acabar esto.
