miércoles, 17 de agosto de 2016

Que la ignorancia es muy osada.


     Cuando alguien acude al Ayuntamiento a pedir que se cambie el recorrido de la Cabalgata de Reyes, y la persona que recoge la petición no ha estado en toda su vida metida en eso ni de lejos, no puede responder alegre e insensatamente “que no hay problema”. “Que eso está hecho”, como si quienes llevan un montón de años haciéndola, gracias a su tiempo y a su dinero, fueran unos pardillos al servicio del Ayuntamiento. Hacer eso es de una ignorancia supina. -No quiero pensar que es prepotencia o chulería-. Pero lo es mucho más persistir en el error después de descubierto. Cuando el responsable de la Cabalgata de Reyes les dice a los del Ayuntamiento “que eso no es posible, y que deberían haber hablado con él antes de darlo por hecho”, éstos, lejos de pedir perdón y reconocer el error, insisten en su cerrazón, y convocan más reuniones por si el responsable de la Cabalgata de Reyes cede acojonado por la presión de Asociaciones y políticos. Ante esta abyecta actuación, Benito Morras, con mucha dignidad, y con dos cojones, dice “que hay tienen los bártulos”. “Que con él no se juega, y que no es merecedor de felonías y emboscadas por parte del Ayuntamiento”. A pesar de haberse podido cargar la Cabalgata de Reyes, y de haber zaherido a uno de los mejores najerinos que han pasado por este ingrato y analfabeto pueblo, los del Ayuntamiento insisten en convocar a una reunión a las najerinas que le cogieron el testigo a Benito para que no desapareciera la Cabalgata de Reyes. Y no contentos con esto, intentan dejarlos a todos como unos cerdos haciendo público que “se fueron de la reunión dando un portazo”, las unas, y “que no aparecieron en ella”, los otros. Lamentable.