domingo, 21 de agosto de 2016

Las estrellas estuvieron en la ribera.


      La noche del pasado viernes no había ni una sola estrella en el cielo encapotado najerino. Y sin embargo, sí las hubo en la ribera. Gracias a un arduo trabajo de mi buen Amigo Javier Manzanares -ha estado mes y medio preparándolo-, Esther Sanz y Cristina Tomé dieron un concierto de altura en la terraza del Kien, acompañadas al piano por el Maestro Elías Maestresala. Todo fue perfecto: La puesta en escena, las canciones, el acompañamiento, la luz y el sonido de AGT, el incomparable escenario de la ribera del río Najerilla, la temperatura y la asistencia masiva de público. Pero en esta puñetera vida todo lo hermoso es efímero. Y será muy difícil que podamos volver a ver actuar a estos artistas en Nájera cuando vean cumplidos sus sueños. Manolo no tendrá dinero suficiente para contratarlos: Serán estrellas que se fueron del cielo najerino una noche de verano, para brillar con luz propia por el mundo de los suntuosos escenarios. Gracias, pues, a todos ellos, por hacernos este valioso regalo.