sábado, 22 de enero de 2022

O actúan con rapidez, o lo lamentaremos.

A finales del pasado año, colgué la entrada “Se veía venir”, y os decía que “desde que arreglaron la salida a la carretera de Baños de Río Tobía, el Paseo de San Julián se ha convertido en una autopista. Y claro, eso, aparte de poner en riesgo a muchos paseantes -se usa tanto para entrar como para salir-, ha hecho que el firme comience a hundirse. Pero lo peor de todo es que nadie saldría con vida si cayera ahí algún coche”. Pues bien. El agujero se ha hecho más grande, y las aguas del muelo están minando el cascajo sobre el que se sustenta el camino. Esperemos que este problema lo solucionen como Dios manda, y no poniendo vallas durante meses, como hacen con los de todo el pueblo.