sábado, 27 de julio de 2013

¡Para que luego digan!

Como podéis ver, enseguida van a alcanzar la barandilla.

   Estoy empezando a creer que es cierto que nuestra alcaldesa estudió Derecho, tal y como dicen los libros de fiestas, y no Burrología, como habitualmente afirma Eusebio Hervías. Y si no, a los hechos me remito: No hay más que pedirle cosas sensatas, para que ella te las conceda con toda cortesía. A mí, por ejemplo, no solo me ha respetado las ramas que se quedaron paradas en la tercera cepa del puente de piedra en la última crecida, sino que, a tenor de lo que muestra la fotografía, ha dado orden de que las abonen bien cada día, para que se hagan árboles enseguida. Con estos cuidados tan exquisitos, tendremos otros dos ojos del puente absolutamente cerrados, antes de que lleguen las inevitables crecidas. ¡Para que luego digan!