viernes, 17 de diciembre de 2021

Cómo cargarse un paisaje bucólico y no morir en el intento.

Los gobernantes del Ayuntamiento de Nájera son únicos a la hora de cargarse nuestro patrimonio natural, sin tener consecuencias por ello. Han intentado destrozar el río Najerilla construyendo una espantosa escollera; llevan años vertiendo directamente las aguas fecales al río; esperan con indolencia a que enfermen los árboles para luego talarlos; se están dejando morir el Parque Natural de Nájera del modo más abyecto… y, por si fuera poco, acaban de colocar en un paraje singular unos horribles quitamiedos. Y todo esto lo hacen porque somos unos pusilánimes sin arrestos. La Fuente de La Estacada y su entorno forman parte de nuestra Historia, de nuestra Identidad y de nuestra Memoria. Su otrora agua medicinal, sus bancos de cemento, sus manantiales y riachuelos, sus flores silvestres, sus caminos de tierra -el que sale en la fotografía era mucho más estrecho; se ensanchó hace bastantes años, cuando denunciamos que era una vía pecuaria-, sus frondosas choperas, el Paseo de San Julián y el río Muelo, fueron mudos testigos, no sólo de las venturas y desventuras de nuestros ancestros, sino de las nuestras siendo mozos. Y eso merece, como mínimo, un poco de respeto.