Cuando anteayer escribí sobre el modo buñuelesco de inaugurar la residencia de Asprodema: no avisar ni invitar a la inauguración a los concejales del Partido Popular, ni a la candidata de Cambia Nájera, ni al del PR+, ni al de Ciudadanos, ni a la Policía Local, además de haberlo hecho sin limpiar las piedras de sillería de las fachadas, sin rehabilitar el impresionante escudo, y sin retirar los horribles cables aéreos, se me olvidaron los tableros de aglomerado de los bajos. Y eso me lleva ineludiblemente a hacerme la siguiente pregunta: ¿puede el Ayuntamiento de Nájera concederle licencia de habitabilidad a una empresa que ha rehabilitado un edificio singular, e inaugurado en él una residencia, sin haber terminado los bajos? Si la respuesta fuera no, me surge esta otra: ¿qué hacía el Equipo de Gobierno en dicho acto, dando con su asistencia todos los parabienes a dicha inauguración?
