domingo, 7 de septiembre de 2025

Y hoy, de resaca.

Siento haber tardado tanto en colgar esta entrada, pero es que hoy estoy un poco perjudicado. Después de la experiencia tan maravillosa vivida ayer, bien me merecía un descanso. El día comenzó bajando a Logroño a coger el ramo de mi hija Cristina y el detalle que me habían preparado a mí, al Gardenista. De allí nos fuimos a casa de mi hija a ponernos guapos mientras a ella la maquillaban. La siguiente parada fue en el taller de Borgia Novias, en Viana, donde dos grandísimas profesionales le pusieron con un cariño y un esmero envidiables, el vestido. Acto seguido debería habernos recogido un taxista para llevarnos a la puerta de las Ruinas de la iglesia de San Pedro, pero tuvimos que ir andando por culpa de un malentendido. Allí estaban esperándonos Borja, su madre Teresa y Yolanda, Alcaldesa de Viana, que fue quien los casó. El recinto estaba decorado como en las películas, y la música en directo la pusieron Ángel Agüera, guitarra, y Andrés -no recuerdo el apellido-, violín.

Una vez se dieron el sí y brindamos con cava, invitados, novios y padrinos nos dirigimos a la Finca El Cónsul, un lugar maravilloso, dotado de todo lo que una persona pueda necesitar, incluida piscina. La comida -toda vegana- corrió a cargo de La Roca Eventos, y fue preparada por el chef Alberto Molinero, estrella Michelín. Durante la comida tuvimos un dj, y por la tarde, de sobremesa, al Grupo The Nowhereplan Plan, que cantan a los Beatles. La recena -vegana también-, después de de haber bailado hasta la extenuación, participado en un Bingo Musical, en una carrera de sacos y en un montón de actos más, y de haber pasado algunos de nosotros por las manos del tatuador Iván Carrillo Pardo, de Kustom Skin Tattoo, la sirvió Pantaloneta FoodTruck. Los encargados de inmortalizar esta boda de ensueño, fueron el fotógrafo, Javi Sahagún, y el videógrafo, Roberto MirandaHD. Sé que está mal que lo diga yo, pero lo de ayer no fue una boda: ¡fue un bodón!