¿Quién es el responsable?

Día de las Personas Mayores.

¡Lo que nos faltaba!

Al venir para casa he pasado por el Puesto de la Policía Local y he visto que se encuentra cerrado. Esto es lo que nos faltaba ya en esta época tan extraña y peligrosa. Y lo peor de todo es que este problema no es nuevo. La Policía Local lleva años reivindicando mejoras tanto en las dependencias como en la plantilla y en la logística, pero el Ayuntamiento de Nájera, además de no hacerles ni puñetero caso, les ha llamado varias veces “chantajistas”. Esta semana hemos vuelto a estar totalmente desangelados por la falta de Policías; pero lo de hoy es como para comer mecheros y defecar cerillas.

¿Las repondrán algún día?

Mal está que roben las tapas de hierro de las arquetas. Mal está, también, que rompan las tapas de madera que colocaron para que nadie se rompiera una pierna. Pero está mucho peor aún que no lo hayan solucionado, sabiendo que llevan semanas rotas. ¿Las repondrán algún día? ¡Quizás cuando acabe la pandemia!

Samaniego… ¡Un barrio con vistas!

Explíquenoslo usted, señor Alcalde.

  Fotografía: larioja.com

Explíquenos usted a todos los najerinos por qué tenemos que sufrir la afrenta de ver cada noche a temporeros durmiendo a la intemperie en nuestras calles, habiendo recibido este año una subvención del Gobierno de La Rioja tres veces superior a la del año pasado -21.000 euros, en lugar de 7.000-. Por qué después de haber anunciado a bombo y platillo que gracias al generoso gesto del Gobierno que preside la señora Andreu, compañera suya de partido, los temporeros iban a estar acogidos este año en el Albergue Municipal, primero, y en el Frontón Municipal, después, tenemos que sufrir la ignominia de ver que un buen número de éstos tienen que dormir en la calle como perros. Es absolutamente intolerable este trato inhumano y vejatorio. Máxime, cuando además de esta ayuda extra del Gobierno de La Rioja, se han ahorrado ustedes más de 70.000 euros de las no-fiestas, y no han sido capaces de dedicar ni un solo euro a entregar mascarillas y bolsas de alimentos a los necesitados, o colocar mamparas en los pupitres de los colegios. Espero que no haga usted como siempre -guardar silencio- y nos explique con claridad meridiana qué es lo que está ocurriendo.

Nájera, de 10

 

                Calle Mayor, el día de la festividad de San Juan Mártir de 2020

Una vez más, los jóvenes najerinos han demostrado ser un modelo de civismo y urbanidad, acatando con una estoicidad envidiable las duras restricciones impuestas por las autoridades como consecuencia de la situación tan delicada que estamos atravesando por la covid-19, tanto en La Rioja como en nuestra ciudad. Nuestras calles, plazas, paseos y alamedas han estado casi desiertas a pesar de estar inmersos en unas fiestas tan especiales como las de San Juan Mártir y Santa María La Real. Pero no solo han sido los jóvenes los que se han sabido comportar. En esta ocasión ha sido el pueblo entero el que ha sido consecuente con esta ignota y terrible realidad. Nunca me hubiese imaginado que iba a ver las calles tan desiertas en estas fiestas que anuncian el final del estío, y el inicio de la vuelta a trabajar y estudiar. Y lo que es peor aún: al frío invernal.

Vuelta la burra al trigo

Ya no sé cómo expresar mi hartazgo ante la criminalización de los jóvenes. Es increíble la envidia malsana que hay por estos lares. Los jóvenes se están comportando de un modo ejemplar, acatando todas las restricciones que exige la pandemia de un modo admirable, a pesar de que todo en ellos les empuja a la insubordinación, a la desobediencia, a la rebeldía, al desacato, a la irreverencia, a la insumisión, y, por qué no, ¡al sexo! No os basta con prohibirles beber y divertirse en las riberas, en los bancos, en los chamizos… Os molesta hasta que se diviertan en las terrazas de los bares. Es más, creo que os molesta hasta que existan. Estáis haciendo buena la frase de que “para una persona mayor, que existan jóvenes es una ironía”. Y eso es pura envidia. Envidia por no estar ahora mismo en el lugar de ellos, o por no haber sido jóvenes nunca. A mí, sin embargo, me dan pena porque les están robando lo más preciado que tienen: ¡la juventud! Ya he dicho aquí alguna vez que nosotros no sé si hubiésemos acatado tan mansamente todo esto. Creo que no. Y aún así, parece como si los quisierais matar, criminalizándolos por algo que no solo no han hecho, sino que ya no lo podrán hacer jamás. Nadie habla, empero, de los mayores; de esas cuadrillas de cuarentañeros y cincuentañeros que, pasándose por el arco del triunfo todas las normas, se juntan a comer, merendar y cenar quince, veinte o treinta juntos en las bajeras. Solo la juventud os exaspera. ¡Hacéoslo mirar!

Un San Juan Mártir especial.

Ayer, víspera de las fiestas de San Juan Mártir y Santa María La Real, los jóvenes najerinos volvieron a comportarse de manera ejemplar, a pesar de tener prohibido casi todo, y los chamizos cerrados. Hoy, festividad de San Juan Mártir, espero que vuelvan a comportarse igual. De los mayores nada puedo decir, porque ayer hubo menos gente en las calles que un día normal. ¡Sigamos siendo ejemplo nacional del “saber estar”!