lunes, 25 de junio de 2018

Un San Juan muy extraño.


El de ayer fue un San Juan muy extraño. El día comenzó de maravilla: mucha gente, ganas de diversión y mucho calor. Pero al finalizar las Vueltas en la Plaza de España, pasadas las cinco de la tarde, todos nos quedamos con una extraña sensación: las Vueltas nos habían sabido a poco. He de decir inmediatamente -algunos parecían ignorarlo-, que nuestros Músicos tocaron las Vueltas por la cara. Porque quisieron. Porque les dio la gana. Al finalizar leyeron un comunicado -siento no tenerlo-, y Conchi, que está en todo, desplegó una gran pancarta en el escenario, en la que el pueblo de Nájera le daba las gracias a la Agrupación Musical Najerense por su maravilloso gesto. Después nos dirigimos a la Plaza de San Miguel a bailar con Guirimbi, y también nos supo a poco. Total, que muchos de nosotros nos fuimos a casa a ducharnos y a comer a eso de las siete y media de la tarde, con la idea de salir a bailar a las diez de la noche con la charanga “RocKalean”, como si fuera cualquier cosa, y vino a resultar que a los que tuvimos la fortuna de estar con ellos en la ribera del Najerilla, nos arreglaron el día y la fiesta. Son buenísimos. Se lo montaron de tal manera, que todos, juntos y revueltos, terminamos bailando con ellos las últimas piezas. Por lo demás, la afluencia de jóvenes de Logroño fue masiva y su comportamiento, salvo alguna “pillada”, fue ejemplar. Algunos najerinos molestaron incívicamente a los Músicos en la Calle Mayor, pero éstos, como siempre, siguieron como si tal cosa. Las riberas y las calles quedaron inundadas de bolsas y botellas de plástico y de cerveza, y el calor nos aplanó a todos. Como podéis ver, el día de San Juan estuvo bien, pero fue muy extraño.