martes, 13 de diciembre de 2011

¡Que se jodan!

La trampa cada vez es más peligrosa.
Quienes se caigan o se rompan la crisma, parecen decir los badulaques que nos gobiernan. Como recordaréis, hace dos semanas os colgué un comentario con el título: “De vuelta a la realidad”, en el que os decía que “en este puñetero pueblo en el que nos ha tocado en suerte vivir, los sueños duran un par de pimientos. Ya que los cachazudos que nos gobiernan te devuelven a la realidad en un abrir y cerrar de ojos. Y de eso se trata, precisamente, de abrir bien los ojos. Porque la semana pasada (casos parecidos ocurren a diario en nuestras maravillosas calles y plazas), un niño estuvo a punto de romperse una pierna, cuando accidentalmente metió el pie en este peligrosísimo agujero, existente en la tapa del alcantarillado que muestra la fotografía, mientras esperaba en el banco situado entre las calles San Juan y San Fernando, a que su madre hiciera la compra en el supermercado. Y lo de romperse la pierna, con ser grave, que lo es, hubiese sido lo de menos, ya que por dicho lugar circulan a diario muchísimos vehículos. Esperemos que no tenga que caerse nadie más, para que se le ponga pronto remedio”.  Pues bien, parece ser que hasta que no se mate alguien, estos zanguangos no lo van a arreglar, ya que ahora mismo, tal y como demuestra la fotografía, cabe el pie de una persona mayor en el agujero. Es absolutamente intolerable que se tenga que esperar a que personas inocentes sufran algún accidente, para que estos irresponsables que nos gobiernan erradiquen peligros como este. Y la culpa la tienen quienes no les aplican responsabilidad civil (si es menester se cambian las leyes), para que tengan que pagar ellos de sus bolsillos las indemnizaciones, en lugar de pagarlas los contribuyentes, como  ahora mismo ocurre. Si esto no fuera así, seguro que andarían mucho más listos estos badulaques.