La alcaldesa de Nájera, Marta Martínez, al contrario que el felón del
Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sí ha cumplido sus promesas
electorales, y ha hecho de nuestra ciudad un referente, no solo
comarcal, sino
nacional. Pasees por donde pasees, puedes contemplar obras de arte de
todo tipo:
Bancos que no sirven para sentarse; aceras que no sirven para pasear;
tapas de
registro con las que te puedes matar; dinteles de madera que no sujetan
nada;
cuartos de estar en descampados y caminos, y todo lo que te puedas
imaginar. Lo
único que aún no nos ha podido regalar, son las manos grabadas de los
actores y
actrices de Hollywood en el cemento que para tal fin les tiene preparado
en
la Calle Mayor y en la Plaza de España, que van a ser un orgullo
nacional.
Aparte de estas pequeñas obras de arte diseminadas por la ciudad, están
los
edificios y solares del casco antiguo, que, merced a sus aleros, sus
repisas,
sus fachadas semiderruidas, sus inmundicias y su abundancia vegetal,
hacen que Nájera sea visita obligada para todo el que se sienta
mínimamente
intelectual. Gracias a lo cual, no va a quedar ni un solo parado en
nuestra
ciudad.sábado, 14 de diciembre de 2013
Arte urbano.
La alcaldesa de Nájera, Marta Martínez, al contrario que el felón del
Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sí ha cumplido sus promesas
electorales, y ha hecho de nuestra ciudad un referente, no solo
comarcal, sino
nacional. Pasees por donde pasees, puedes contemplar obras de arte de
todo tipo:
Bancos que no sirven para sentarse; aceras que no sirven para pasear;
tapas de
registro con las que te puedes matar; dinteles de madera que no sujetan
nada;
cuartos de estar en descampados y caminos, y todo lo que te puedas
imaginar. Lo
único que aún no nos ha podido regalar, son las manos grabadas de los
actores y
actrices de Hollywood en el cemento que para tal fin les tiene preparado
en
la Calle Mayor y en la Plaza de España, que van a ser un orgullo
nacional.
Aparte de estas pequeñas obras de arte diseminadas por la ciudad, están
los
edificios y solares del casco antiguo, que, merced a sus aleros, sus
repisas,
sus fachadas semiderruidas, sus inmundicias y su abundancia vegetal,
hacen que Nájera sea visita obligada para todo el que se sienta
mínimamente
intelectual. Gracias a lo cual, no va a quedar ni un solo parado en
nuestra
ciudad.
Publicado por
Eusebio Hervías del Campo
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