domingo, 29 de noviembre de 2015

Una oportunidad única.


    El Ayuntamiento de Nájera tiene una oportunidad única para hacerse con la casa conocida popularmente como “Palacio de los Marín de Rodezno”, ya que sus propietarios la ponen en venta. 600.000 euros tienen la culpa. Creo honestamente que este edificio debería ser municipal y no caer en manos privadas. Al margen de que en él puedan construirse un montón de servicios: Parador, Albergue, Hotel con Encanto…, de momento podríamos tener una de las Oficinas de Turismo más importantes de La Rioja. La ubicación, al igual que la oportunidad, es única. Para los de mi generación, este edificio tiene una gran carga sentimental, además de su valor histórico. La casa consta de tres plantas en sillería, rehecha la inferior, con vanos adintelados de placa, oreja, balcones y herrajes del siglo XVII, y escudo en esquinazo a la Calle Mayor, sobre Cruz de Calatrava, cuartelado primero de cinco cabezas de moro y brazo armado, segundo de torre, tercero terciado en palo de bandas, tres lises y león rampante a árbol y medio partido de espada tronchada por banda, cuarto de tres lises tronchado por banda, y quinto en punta de ondas el todo con bordura de aspas. Estaba construida ya para el año 1.675, por don Francisco Marín de Rodezno. En sus bajos estuvieron ubicadas durante muchos años, la tienda “Almacenes Hidalgo” y el “Windy Bar,” en la Calle Cuatro Cantones, y en la Calle Mayor, además de un tercio de la misma tienda: “Almacenes Hidalgo,” la lóbrega tienda de la Angelita, en la que se vendían botijos, huchas, tiestos y cazuelas de todos los tamaños, hechos con barro, además de cucharas y toda suerte de útiles de madera, vino, gaseosa, atún en aceite y algunos productos más. Muchos años después de que esta tienda cerrara, mi amiga Chuchi y su difunto marido, Victorino de Santiago, pusieron allí una churrería, para seguir la tradición del señor Leandro Ochoa, padre de la primera. Aquí tienen una oportunidad única, también, la exalcaldesa, Marta Martínez, la senadora, Francisca Mendiola, y el Presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, para demostrar que es cierto ese amor hacia Nájera y los najerinos que tanto pregonan.