martes, 23 de noviembre de 2010

Que veinticinco árboles no son nada.

   Esto es lo que deben pensar nuestra ínclita alcaldesa y su Presidente, porque aquellos veinticinco árboles de gran porte que, ayudados por correligionarios suyos y algunos de sus niños, “colocaron” en la rotonda del Paseo, para conmemorar el “25 Aniversario del Estatuto de La Rioja”, han sido mandados a tomar por el saco. Y eso que fueron “colocados” en honor a todos los políticos que hicieron posible el Estatuto de La Rioja, e iban a formar, junto con el monolito y el olivo, el “Bosque del Estatuto”.
   En aquella magna plantación, el Presidente de nuestra ínclita alcaldesa, henchido de orgullo y pundonor, les dijo a los concurrentes: “Colocar un árbol es colocar esperanza, porque tiene vida. Se hunde en las raíces de nuestra región, y se alimenta de lo que es propio de nuestra tierra. Y eso va a justificar y dar el fruto de la calidad de vida y bienestar del pueblo riojano. Por lo tanto, lo que hacemos hoy en Nájera con estos árboles, es mirarnos a nosotros mismos; profundizar en lo que tenemos, y valorar y sacar lo mejor de nuestra tierra”. Y os juro por mis muertos más frescos, cantores míos, que esto no es cosa mía. Que fue el mismísimo Pedro Sanz quien lo dijo. ¿Convocarán ahora a los medios de comunicación, a sus correligionarios y a sus niños, para decirles y decirnos, que veinticinco árboles no son nada, y que qué coño más da la frustración que puedan sentir los niños, por haberles roto sus sueños?