domingo, 21 de agosto de 2011

Comenzad a temblar...

Cantores míos. Nuestros gaznápiros pancarteros,  “han organizado visitas guiadas por el casco histórico de la ciudad, hasta el 30 de septiembre”. ¡Como suena! Éstas salen todos los días, de martes a sábado, a las 12’15 de la Oficina de Turismo, ubicada, como todos vosotros sabéis, en la Plaza de San Miguel. O sea, en la Plaza sin acabar. Y uno, cuando se entera de esto, después de respirar hondo, y contar, no hasta cien, sino hasta cien mil, se pregunta sin cesar: ¿Pero es cierto esto? ¿De verdad son tan badulaques que no perciben la realidad? ¿Pero es que no les da vergüenza mostrarles a nuestros visitantes el casco hundido? ¿Quieren, acaso, que quienes nos visitan no vuelvan nunca jamás? ¿Con qué vergüenza les van a mostrar la desidia, la incultura, la negligencia la desvergüenza y la infamia reinantes en todas y cada una de las nobles piedras que aún nos quedan, del otrora Casco Histórico de nuestra ciudad? Y para colmo de males, vuelven a colgar la infame pancarta de la Escuela de Patrimonio, en el balcón de su sede, ubicada enfrente de Santa María La Real. ¿Qué les dirán a nuestros visitantes cuando vean semejante necedad? ¿Y qué cuando vean todas las casas hundidas, todos los solares infectos, todos los baches, socavones y parches que adornan nuestras calles; todos los aleros y repisas de tejados y balcones a punto de desprenderse, y todas las demás carencias y vergüenzas de esta maltratada ciudad? Lo dicho, Cantores míos: ¡Comenzad a temblar!