lunes, 19 de febrero de 2024

¿Serán capaces de hacerlo los nuevos gobernantes?

Los gobernantes socialistas najerinos, no sólo no fueron capaces de eliminar la barrera arquitectónica más infame de España -los 42 escalones del Juzgado de Paz-, sino que intentaron desmantelar el Museo Histórico Arqueológico Najerillense del modo más abyecto. Después de una profusa campaña de los Amigos de la Historia Najerillense y de la aprobación de la Proposición no de ley -PNL- de Izquierda Unida en el Parlamento de La Rioja para que el Museo permaneciera donde está, por los 12 votos a favor del PP, 4 de Ciudadanos y 1 de la ponente de IU -17-, contra los 15 Noes de PSOE y 1 de Unidas Podemos -16-, se consiguió que no se desmantelara.

Pero el Museo necesita más espacio y profundos retoques. El edificio del Palacio del Abad que alberga el Museo Najerillense, necesita con urgencia tres intervenciones: -Que se saque del mismo el Juzgado de Paz, para proceder a rehabilitar la segunda planta que ocupa, reconstruyendo la escalera interior original que subía desde la primera, y facilitar el acceso de los ciudadanos al Juzgado mediante una ubicación más idónea. -Rehabilitar de igual modo el alto o bajo cubierta, así como el tejado y las fachadas del edificio, que llevan muchos años sin ninguna actuación ni tan siquiera de mantenimiento. -Eliminar las escaleras actuales de acceso al Juzgado, que se encuentran en muy malas condiciones, ganando el espacio para las
plantas y para la instalación de un ascensor/montacargas que sirva para personas y para elementos pesados. -La reconstrucción del paso elevado que lo unía a Santa María La Real quedaría para una segunda fase-. El Museo mantiene elementos arquitectónicos y decorativos vinculados a su historia: palacio del abad de Santa María, botica monástica del siglo XVIII, cárcel del Partido Judicial. Por eso, en la visita al Museo se pueden contemplar los restos de las pinturas de la botica, la sala donde se ubicaba la rica botería, similar a la de Silos, que se puede visitar en el Museo de Farmacia de El Mas Nou, o las inscripciones que los presos dejaron en las puertas que han sobrevivido. En cuanto al Juzgado de Paz, además de los

42 escalones, cuenta con una sala de espera tan inhóspita y fría, que quienes tienen que esperar, sobre todo en invierno, se mueren de frío y de pena. Por eso, si los nuevos gobernantes fueran capaces de acabar con esta infamia y dedicar todo el edificio a Museo, conseguirían uno de los logros más importantes que jamás se hayan alcanzado en Nájera. Yo confío en que lo harán, porque para casos como el que nos ocupa, si se quiere, llegan ayudas millonarias desde Bruselas.