sábado, 4 de diciembre de 2010

El perro del hortelano.

   Nuestra ínclita alcaldesa es como el perro del hortelano: que ni pone Cuartel, ni lo deja poner. Esto viene a cuento de la última reunión de la Junta de Seguridad Local, celebrada a instancias de la Delegación del Gobierno, el pasado 16 de noviembre, en nuestra ciudad. En dicha Junta, la señorita Marta Martínez, le transmitió al Delegado del Gobierno su preocupación por el aumento de la delincuencia que, según sus palabras, se ha producido en Nájera. Asimismo, le dijo que, dadas las circunstancias, sería muy conveniente que se aumentara el número de agentes de la Guardia Civil, que prestan su servicio en nuestra ciudad.
   Hasta aquí, todo (casi) normal. Pero (siempre hay un pero que no da peras), como suele ocurrir siempre con estos probos del pepé, viene a resultar que nuestra ínclita alcaldesa, ni le cedía terrenos al Ministerio del Interior, para construir un Cuartel nuevo (los cedió el año pasado, después de ver que el Ministerio cumplía: véanse los casos de Calahorra, Torrecilla y Santo Domingo), ni otorgaba licencia de obras para dignificar un poco el que tenemos, cuyo coste iba a ser de 327.000 euros, y que, como siempre, los hemos de perder. (O los hemos perdido ya, que no lo sé.)
   Por si esto fuera poco, la denegación de licencia de obras para ejecutar esta inversión, está recurrida por la Abogacía del Estado.
   Aparte de este lamentable capítulo, fruto de la constante e inmisericorde confrontación que los populares mantienen contra el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero, basta ojear cualquier diario para comprobar que cuando gobiernan ellos, ni se construyen casas cuartel de la Guardia Civil, ni se aumenta el número de agentes. Y cuando gobiernan los socialistas, que sí las construyen y sí aumentan el número de agentes, ellos van y reclaman más. ¡De preocupar!