jueves, 5 de diciembre de 2013

Mirador con vistas...


O “lección de civismo”, la que les ha dado el dueño del exconvento de San Francisco a los que desgobiernan nuestro Ayuntamiento. Teniendo en cuenta lo que estos ínclitos le han hecho durante diez larguísimos años, por despecho, bien podría haber dicho: ¡Que se jodan! ¡Si hay que tirar algo, que lo tiren ellos! Y sin embargo, en aras de evitar peligros, decidió pedirles permiso para derribar el mirador que estaba adosado desde hace muchísimos años a la fachada principal del exconvento (yo lo recuerdo desde bien pequeño, cuando mi querido y recordado Luis Royo cobraba allí las contribuciones), para que éstos, a su vez, se lo pidieran a Patrimonio, y, una vez obtenidos todos los permisos, proceder a demolerlo. Y el resultado es asombroso (de ahí el título), porque ahora se aprecia de maravilla lo bonito que habría quedado este edificio convertido en un Hotel, tal y como el dueño quería, y no en una vergüenza como se encuentra en la actualidad por culpa de ellos. El exconvento de San Francisco está situado en el centro del pueblo, en pleno Paseo, y en él quedan restos de dos alas (este y sur) del conjunto conventual, en una de las cuales se aprecia que el claustro era de arcadas de medio punto sobre pilastras, en sillería y mampostería, remodeladas para viviendas. Asimismo, partes del alzado de la iglesia en sillería que permiten una planta de una nave con capillas, crucero y cabecera ochavada de cinco paños, ésta con columnas adosadas a pilastras cajeadas. En el lado norte se conserva el arcosolio de un sepulcro en arco rebajado entre pilastras cajeadas, lo que conviene con la fecha de 1540, en que parece estaba terminada la iglesia del convento, fundado por el duque en 1521. Hay que recordar que el edificio sufrió un incendio hace doce años, y desde entonces ofrece una imagen deplorable. Imagen que el dueño ha intentado eliminar durante diez años de desencuentros, felonías, litigios y desprecios.