martes, 24 de julio de 2018

Reprobación del concejal de Cultura de Nájera.

 En la parte derecha, Jesús Niño, Mª José Bejarano, Jonás Olarte y Julio Nájera.

Mañana, por primera vez desde que se instauró la democracia en nuestro país, un concejal va a ser -o no- reprobado en el Pleno Ordinario correspondiente al mes de Julio en el Ayuntamiento de Nájera. La Moción la presenta Jesús Niño Ojeda, en nombre y representación de la Agrupación de Electores Alternativa Najerina, porque, según hicieron público, “no pueden tolerar el uso lesivo de la permisibilidad que parecen ofrecer las redes sociales para difundir recriminaciones y acusaciones injustificadas, hacia nuestra agrupación, sus miembros y sus familiares”. Yo, obviamente, no sé qué harán los ediles del Partido Popular y la de Cambia Nájera -siete en total-, que son los que conforman actualmente la oposición. La vida me ha enseñado que no siempre dos más dos suman cuatro. Sobre todo en política. Pero sí sé, empero, lo que yo haría. Porque es una auténtica indecencia que el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Nájera se dedique a injuriar, ultrajar, denostar, zaherir, humillar, vejar, agraviar y vilipendiar gratuita e impunemente a políticos y a personas y familias que nada tienen que ver con el ejercicio u oficio de la política, mientras la primera teniente de alcalde le aplaude con entusiasmo, y el señor Alcalde lo consiente mansamente. Por consiguiente, si yo formara parte del Ayuntamiento de Nájera, no solo apoyaría la reprobación del concejal de Cultura, Julio Nájera González, sino que la haría extensiva a la primera teniente de alcalde, María José Bejarano Prieto, y al Alcalde, Jonás Olarte Fernández, por su censurable conducta.