domingo, 15 de noviembre de 2015

Repartidas más de 1.400 raciones de alubias.


    Con un día increíblemente hermoso, la Asociación de Cultivadores de la Alubia de Anguiano y la Asociación Cultural Aidillo han celebrado por todo lo alto el XIX Festival de la Alubia de Anguiano, en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, la Asociación Senderista de Anguiano, la Peña los Zancos, la DOP Peras de Rincón de Soto y el Gobierno de La Rioja, a través de la iniciativa enogastronómica "La Rioja Capital". La jornada festiva ha comenzado a las 9’00 horas con una marcha senderista por una de las “Rutas entre hayedos” que ha mostrado la belleza de la Mancomunidad de Anguiano, Tobía y Matute. A las 11’00 se ha abierto el mercado de la Alubia de Anguiano, donde, además del producto estrella, se han podido adquirir también alimentos de la zona, artesanía, naranjas y paraguas, hasta las 15’00 horas. A las 13’00 horas se ha hecho entrega del I Premio al Apoyo y Promoción de la Alubia de Anguiano, reconociendo al restaurante Venta de Goyo, ubicado en Viniegra de Abajo. La degustación de la alubia, acompañada de buenos trozos de carne, tocino y chorizo, se ha iniciado a las 14’00 horas, y han sido repartidas más de 1.400 raciones. El postre ha corrido a cargo de la Denominación de Origen Protegida Peras de Rincón de Soto que, con el fin de promocionar su producto, ha entregado peras como postre. Entre tanto, los miles de riojanos que han acudido en tropel a este XIX Festival de la Alubia de Anguiano, han estado poniendo en serios apuros a los camareros de los bares. ¡Felicidades a los organizadores!

Un centenar de najerinos guardaron un minuto de silencio.



    Dejando bien claro que todo el mundo es libre de hacer lo que le plazca, me parece lamentable que ante unos hechos tan trágicos como los ocurridos en Francia, sólo un centenar de najerinos acudieran anoche a la Concentración de la Plaza de España mientras la Calle Mayor estaba abarrotada de gente tomando vinos, cortos y cañas. Quizás crean que nos queda lejos Francia. O que algo así no va a ocurrir nunca en España. O quizás simplemente les importen más los avatares de la liga que solidarizarse con las víctimas. Pero es menester hacerles saber que las muestras de solidaridad curan heridas. En momentos trágicos, las condolencias son infinitamente agradecidas. No obstante, han de saber también, que no nos hicieron ninguna falta. Que cincuenta personas son muchas. Incluso veinte. O quince. O media docena. A mí, personalmente, me hubiese bastado con una. ¡Allá cada cual con su conciencia! ¡Yo tengo muy tranquila la mía!