lunes, 27 de diciembre de 2021

Siempre lo mismo.

En esta desgraciada ciudad, romperse la crisma o destrozar el coche por las desastrosas calles que tenemos es algo habitual. Demasiado habitual, diría yo. Y sin embargo, cuando algunos de los centenares de infortunados acuden al Ayuntamiento a denunciarlo -una inmensa minoría-, nuestros gobernantes siempre hacen lo mismo: ¡mandarlos a hacer puñetas! He dicho muchas veces aquí, que si alguien se cae en alguna de nuestras desastrosas calles, y no pierde el sentido, tiene que fotografiarse -o mandar que lo fotografíen-, llamar a la Policía Local, acudir al Centro de Salud, y, sólo después de haber hecho todo eso, acudir a denunciarlo al Ayuntamiento. Y aun así, no las tendrá todas consigo. Ejemplos sobran. El más reciente, que yo sepa, ocurrió el pasado 29 de Noviembre, cuando un najerino rompió el coche en el paso elevado de la carretera del Paseo de San Julián, a la altura del colegio San Fernando, en un socavón cubierto de agua. Hizo fotos, llamó a la Policía Local, acudió al Ayuntamiento, y aun así, lo mandaron a hacer puñetas. Siempre lo mismo.