domingo, 11 de noviembre de 2012

¿Quién dice que sobran los liberados? (3)

El Muro de Berlín, en la calle Don Diego López de Haro.
  También las tenemos bien comunicadas, como la de Don Diego López de Haro, en la que sus vecinos, en lugar de salir directamente a la carretera de Uruñuela o a los Institutos Rey Don García y Esteban Manuel de Villegas (también al Colegio Sancho III), tienen que andar jugándosela, dando un rodeo tremendo para volver al mismo sitio. O con las varillas del emparrillado al aire, como en la calle Donantes de Sangre, una de las más transitadas durante todo el año.

Y el encofrado al aire, en la de Donantes de Sangre.