sábado, 10 de agosto de 2024

Presentado el libro “Recuerdos de juventud.

En la tarde de ayer fue presentado en la sala anexa al Cine Doga el libro “Recuerdos de juventud”. Quiero agradecer públicamente la asistencia al acto de quienes estuvieron con nosotros allí. La presentación la abrió José María Hernáez Soto, autor del Prólogo, y la cerré yo. Quiero comenzar esta entrada recordando a todas las Amigas y Amigos que desgraciadamente no pudieron estar allí, porque la torpe Parca quiso que se me fueran quedando por el camino, y encomiando la valiosa aportación de mi bienamado hijo Miguel, por el arreglo de fotografías, la maquetación y el diseño, y de Josemari, por su magnífico prólogo. El libro que presentamos ayer, aunque está escrito con la misma pasión que el de “Recuerdos de infancia”, es, a mi juicio, un libro “mayor”. Alguien me dijo en una ocasión que esto no debería decirlo en público el autor, porque podría parecer presuntuoso. Pero ocurre que este libro, sin vosotras y vosotros, jamás habría existido; por consiguiente, el libro es vuestro y no mío. Mis dedos sólo han sido el hilo conductor de lo que en él describo. Desde esta premisa, puedo permitirme opinar y deciros honestamente, que ambos están escritos desde el respeto y el cariño, y que en ambos he desnudado mi alma ante vosotras y vosotros. Pero “Recuerdos de juventud” abarca la década de los 70, y en ella ocurrieron en nuestra ciudad y en nuestra nación muchas cosas buenas. He de aclararos inmediatamente, que en modo alguno tenía planeado el alumbramiento de este segundo libro. Surgió, al igual que el de “Recuerdos de infancia”, de una especie de juego o pasatiempos, para entretenernos y reírnos mis coetáneos y yo con nuestros devaneos, nuestros escarceos amorosos y nuestros pueriles sueños. Pero hete aquí que al ir escribiéndolos, fui siendo consciente de que estaba haciendo una especie de acta notarial de la vida de nuestra ciudad en las décadas de los 60 y los 70 del pasado siglo. Y, aunque dejo bien claro que en ningún momento he intentado hacer un trabajo histórico riguroso y exhaustivo -eso queda para los Historiadores con mayúsculas-, si que puedo deciros que desde mis vivencias y las vuestras, ha quedado fielmente reflejada la historia de nuestra ciudad en esas dos décadas. Y lo que es más importante aún, que al haber sido “protagonistas” y no meros espectadores de lo que aconteció en ellas, cuando echemos la vista atrás, todas y todos nosotros podremos decir con orgullo, lo que el gran Poeta Pablo Neruda dijo: “¡Confieso que he vivido!”.

Fotografías, Borja Castresana.