Ayer, sábado 18 de Octubre, convocados por los Amigos de la Historia Najerillense, 29 intrépidos e intrépidas recalamos en el Señorío de Bertiz a primera hora de la mañana, para visitar su paradisiaco Jardín Histórico Artístico. Esta maravilla de la Naturaleza la disfrutan millones de personas gracias a los filántropos Pedro Ciga y su esposa Dorotea Fernández. Este matrimonio se lo legó por testamento hológrafo a la Excma. Diputación Foral, bajo la exigencia de conservarla sin variar sus características. Después de embelesarnos con su palacio, su ermita, sus jardines y sus gigantescos árboles de todas las especies, y de disfrutar de sus idílicos parajes, fuimos a Elizondo y, tras recorrer sus calles y plazas, nos dirigimos al Restaurante “Eskisaroi”, donde nos atendieron con una rapidez inaudita, sirviéndonos una comida exquisita, acompañada de vino, sidra y agua. El precio fue de 23 euros por cabeza, incluido el café, y el servicio, como ha quedado dicho, magnífico. Si alguno o alguna de los/as que leáis esto os acercáis a él, os recomiendo la carne de ternera empiperrada. Es una exquisitez. De allí nos fuimos a visitar la cueva de Zugarramurdi, donde Maricarmen Rodríguez Garnica, después de hacer el recorrido completo, nos explicó de una manera muy gráfica y amena el Auto de Fe de Logroño de 1610, considerado como el más importante de cuantos celebró la Inquisición Española. A él acudieron unas 30.000 personas en una ciudad que contaba por aquel entonces con 6.000 habitantes. 53 personas fueron sometidas al proceso, de las cuales 11 fueron condenadas a la hoguera. A pesar de ser este el más conocido, no tuvo nada que ver con lo que ocurrió en casi toda Europa, según explicó ella. Y de allí, con harta pena, nos dirigimos al autobús para volver a Nájera.