Polémica actuación del Ayuntamiento de Nájera en el paraje natural “El Vivero”. Lo que había hasta ahora SÍ que era un Parque Natural. ¿Dónde irán a vivir a partir de ahora las ardillas que podíamos ver cuando íbamos a pasear? ¿Y los pájaros carpinteros? ¿Y los petirrojos? ¿Y las cigüeñas? Y el Martín pescador? Y los búhos? Y… Esta es la matemática imposible de los árboles: talar ejemplares maduros no se compensa por muchos retoños que plantes. Es muy diferente tener 410 chopos de medio siglo refrescando del calor o amortiguando la polución que muchos retoños. Los nuevos tardarán décadas en ofrecer (o compensar) los servicios perdidos de los cortados. Y más si esas plantaciones luego prosperan erráticamente. Los grandes ejemplares mitigan el cambio climático al capturar más CO2 del aire y filtrar mejor la polución, y alivian y suavizan el efecto isla de calor que 'achicharra' las ciudades durante las olas de calor cada vez más frecuentes y el riesgo de inundación. Debemos preservar los árboles que ya tenemos porque son un recurso valioso y lleva mucho tiempo que crezcan nuevos árboles. Alguno habrá que sustituir por rotura, enfermedad pero NO TODOS, porque se han talado árboles sanos. Han arrasado con todo, incluidas todas las especies vegetales que había en este suelo no contaminado con pesticidas y que ya han desaparecido de los entornos agrícolas. Es una broma argumentar que no pasa nada con la tala porque se van a colocar nuevos árboles. Todo ese CO2 almacenado, el calor que disipan y la biodiversidad que albergan no se van a sustituir a base de nuevas plantaciones. Las plantaciones, además de tener que hacerse bien pensadas y en el momento adecuado, imponen un gran trabajo de mantenimiento y una inversión de dinero fuerte para gestionarlas. Es arduo que una plantación salga adelante si no se ofrecen los cuidados necesarios y más en un contexto de cambio climático que lo hace más complicado. Este proyecto que el Ayuntamiento de Nájera trata de realizar está ya produciendo una extinción de la biodiversidad que habita ese lugar. Hay que parar esa atrocidad. La pérdida de poblaciones y la extinción de especies suponen la muerte de otras de las que se alimentan o de las que dependen. Esto es una cadena, con graves consecuencias sobre la fauna y flora de la zona. Talar el arbolado implica un riesgo para la biodiversidad, especialmente para la avifauna, que depende de los árboles para su supervivencia.
La tala en época de cría es uno de los principales problemas, pues no respetan los ciclos de reproducción de las aves y la eliminación de las ramas provoca la pérdida de nidos con la consecuente muerte de los polluelos o huevos. Esto es lo que ha sucedido en este entorno. El calendario de anidación de aves en primavera y verano ni lo han respetado. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los árboles viejos son los ejemplares con más biodiversidad ya que los animales aprovechan las oquedades como refugio. La tala de estos árboles conlleva la pérdida de hábitats y la falta de espacios de nidificación, refugio y alimento. Se ha eliminado por tanto la zona de refugio para la fauna haciendo imposible la anidación de aves, entre otras cosas. Antes de ejecutar cualquier obra, debe realizarse un estudio o censo de fauna, identificando las especies y los lugares en que se aloja. Todos los huecos son nidos potenciales hasta que se demuestre lo contrario. La reforma debe programarse para no interferir en el ciclo biológico de las especies, es decir, contemplando la reproducción o hibernación. Dañar a la colonia o interferir en la cría es un delito tipificado. Cuando en las riberas se erige una arboleda la riqueza es aún mayor. Del mismo modo la fauna es rica, especialmente en aves. Algunas de ellas muestran huellas más que evidentes de su estancia aquí, como el pájaro carpintero, las cigüeñas, garzas, o rapaces que tienen su hábitat natural entre los farallones rocosos, las márgenes del río y los árboles de ribera. Estamos perdiendo un parque con importantes valores naturales y de biodiversidad. Un biotopo de vida con vuelos constantes de aves hacia el río y hacia las peñas del castillo. Es necesario que todos arrimemos el hombro para conservar la escasa vegetación de ribera y proteger los árboles maduros, ya que los representantes que tenemos están intentando destruirlos pese a los mensajes que están dando tanto científicos, asociaciones medioambientales así como de los medios de comunicación que nos alertan del momento crítico en el que nos encontramos. No podemos quedarnos de brazos cruzados y hay que pelear este atentado contra el medioambiente que está sucediendo delante de nuestras narices. Excepto el partido político que ha hecho este grave linchamiento de árboles sanos y maduros, el resto de los partidos preguntados carecen de información sobre este proyecto.
