viernes, 28 de marzo de 2014

Otro proyecto malogrado...

Esta es la ciudad que quiere la alcaldesa.

Por culpa de nuestra demócrata, desinteresada, solidaria, transparente, abierta, honrada, humilde y generosa alcaldesa. Como todos sabéis, el Grupo Municipal Socialista de Nájera, después de reunirse con un nutrido grupo de Asociaciones najerinas para mostrarles su “Plan de Dinamización y Desarrollo de la Ciudad” –un Plan estudiado, matizado y contrastado con otras ciudades- lo llevó a la Comisión Informativa correspondiente para que el Equipo de Gobierno lo conociera y aprobara, cosa que, evidentemente no ocurrió. En vista de lo cual, los socialistas solicitaron un Pleno Extraordinario -que se celebró el 18 de Noviembre de 2013- en el que volvieron a presentarles las 18 propuestas que incluye dicho Plan. Mas tampoco en esta ocasión tuvieron suerte, a pesar de que nuestra mendaz alcaldesa dijera en el mismo “que las personas que nos dedicamos en un momento de nuestra vida a la gestión pública tenemos dos obligaciones por excelencia; gestionar la vida ciudadana en su parcela más pública, mejorar la calidad de vida de los vecinos, trabajar por el progreso de los municipios, resolver los problemas de los ciudadanos en las medida de nuestras posibilidades, y también otra obligación como es rendir cuentas al vecino, ejercer el cargo con transparencia y presentar los proyectos de futuro”. Esto, con ser un serio varapalo para el Grupo Municipal Socialista –y para los najerinos-, no es nada comparado con lo que nuestra egocéntrica alcaldesa les ha hecho –y nos ha hecho- ahora. Después de rechazar por dos veces consecutivas el “Plan de Dinamización y Desarrollo de la Ciudad”, ha convocado por su cuenta a las Asociaciones del Mueble, del Comercio y de la Hostelería, para tratar este tema como suyo, prohibiéndole terminántemente la  participación al Grupo Municipal Socialista. ¡Así, como suena! Ha cogido a un “dinamizador” –a dedo, por supuesto-, tal y como proponían los socialistas en el punto nº 12, y, anteponiendo sus intereses a los de Nájera y los najerinos –como siempre-, ha malogrado otro gran proyecto.