martes, 25 de enero de 2011

¿Pero qué nos está pasando?

No pasa ni un solo día sin que en algún lugar de este ingrato País, algunos descerebrados intenten linchar a un semejante, del modo más miserable e infame. Acabo de ver en televisión, mientras cenaba, la brutal paliza que cinco energúmenos y una imbécil, le pegaban a un chico en Granada, a la salida de una discoteca, por Dios sabe qué motivos o qué razones, que, de no haber sido por dos “chivatos”, como dice el señor Pérez-Reverte, lo habrían terminado matando. Sobre todo uno de ellos, un  gañán malnacido que, viendo al pobre chico tumbado inconsciente, aún quería lincharlo dándole patadas en la cabeza, cogiendo carrerilla para ello. Hasta la imbécil golpea repetidamente con sus tacones la cabeza yerta del chico. Me importa muy poco saber qué pudo hacer o decir ese pobre chico, porque sea lo que fuere, cuando un hombre yace en el suelo humillado y vencido (mucho más aún inconsciente), merece todo el respeto del mundo. Y aquí es donde radica lo grave. Lo que no puedo entender por más esfuerzos que para ello hago. ¿Qué nos está pasando? ¿En qué nos hemos equivocado? Esto no puede ser normal en una sociedad democrática y libre. En una sociedad en la que se lee y se aprende muchísimo más de lo que se había leído y aprendido antes. En una sociedad, abierta, plural, respetuosa y tolerante. ¿Para esto se derramó durante el franquismo tanta sangre? ¿Para esto hubo tantos encarcelados, tantos torturados, tantos fusilados, tantos exiliados? ¡No lo sé!  ¡Pero sí sé que esto es intolerable! Menos mal que uno de los "chivatos", el que grabó el vídeo y lo colgó en Internet, para vergüenza y escarnio de esos malnacidos descerebrados, se ha presentado, o va a hacerlo en breve, como acusación particular, para que la ley caiga con todo su peso sobre ellos.

Contra la soberbia...


 ... Inyección de humildad. Así le ha sucedido al Equipo de Gobierno de Nájera, que ha visto cómo el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, no solo le obliga a otorgar licencia para las obras de mejora del Cuartel de la Guardia Civil, sino que le condena, además, a pagar las costas del proceso contencioso administrativo. Igualmente, tendrá que modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), para que se adapte a las mismas.
El recurso contra la negativa a conceder licencia para llevar a cabo las obras que dignifiquen el actual Cuartel de la Guardia Civil, lo presentó la Administración General del Estado, después de comprobar que, pese a las visitas realizadas por altos mandos de la Guardia Civil al Ayuntamiento de Nájera, sus regidores se negaban en redondo, porque, según esgrimían, la Casa Cuartel no tenía permiso para que habitaran en ella los guardias, al ser “suelo dotacional”, que admitía la vivienda de un solo número. La sentencia, en cambio, se fundamenta en que en el PGOU publicado el 22 de abril de 2.004, refleja la existencia de la Casa Cuartel, por lo que, aun considerando que dicha parcela sea de “uso dotacional público”, no puede aplicarse la limitación señalada en el acuerdo objeto de recurso, pretendiendo la existencia de una única vivienda de guarda, pues supondría una absoluta contradicción con la utilidad que ha de cumplir una Casa Cuartel.
   Las primeras consecuencias de este escrupuloso y exageradísimo celo (¡ya lo podían tener también para las casas que se construyen ellos!), es que los najerinos hemos perdido los 327.000 euros que el Gobierno Central daba para realizar dichas obras de mejora. 327.000 euros que no van a pagar ellos de sus bolsillos llenos, sino nosotros de nuestros bolsillos maltrechos.  Esperemos que el Gobierno Central, a pesar de los insultos que a diario recibe de estos peperos, se apiade de nosotros, los najerinos, y nos mande unos cuantos euros.