domingo, 17 de diciembre de 2023

Se me han ido una Amiga y un Amigo a la vez.

Después del mazazo recibido anteayer, con la noticia de la muerte de mi Amiga Pili, cuando me dirigía ayer a la Real Capilla y Parroquia de Santa Cruz a sus exequias, me dí de bruces con la esquela de mi Amigo Ricardo, “Cañitas”. A los dos los quise y los quiero, pero fue con Ricardo con quien más intimé por ser vecinos. Ricardo y yo vivimos miles de aventuras juntos. Ambos vivíamos en la calle Garrán. Él, encima del Cine Doga, y yo, al lado, en el número 11. Con nosotros estaba casi siempre Miguel, “Paraguayín”, recorriendo nuestra amada ciudad de cabo a rabo, inventándonos todo tipo de historias y batallas. En la alcantarilla del Cine Doga, mi querido Amigo Ricardo nos ganaba a todos los del barrio las canicas en aquella gigantesca alcantarilla que había; y muchas Navidades nos juntábamos en la casa de mi tío José María su familia y la mía. Cuando crecimos y el destino nos separó, siempre mantuvimos la llama de nuestra hermosa y sincera amistad encendida. En los últimos años nos encontrábamos esporádicamente en Matute, en la Fiesta del Salchichón, y en Nájera, cuando bajaba a hacer alguna gestión. También en la vacunación de la Covid coincidimos en el Multiusos. En las últimas Fiestas de la Nuez y de la Alubia, hace apenas unas semanas, le di recuerdos para él a su amada hija Arantxa. Ricardo fue un hombre sin contaminar: generoso, risueño, afable, amigo de sus amigos, y sobre todo, bueno. Espero y deseo de todo corazón que exista el Cielo, y se encuentre en él, junto a mi querida Amiga Pili, gozando del Descanso Eterno. Anteayer se me fueron una Amiga y un Amigo a la vez. Pili, una mujer hermosa en el sentido más amplio y profundo de la palabra, y Ricardo, un hombre bueno en el buen sentido de la palabra. Mi más sentido pésame a sus respectivas familias, que son también las mías. ¡Dios las bendiga y proteja en estos momentos de dolor!

Begoña y Ricardo, de novios.