La devastación ya ha llegado a la compuerta del Muelo, conocida popularmente como “la compuerta del Molino de San Julián”, donde termina lo que hasta hace un mes fue el “Parque Natural de Nájera” -jamás “Bosque Pedagógico” ni “El Vivero”-, tal y como recoge el Acta del Pleno Extraordinario celebrado el día 7 de Septiembre de 1990. Siendo bien pensados, y dependiendo de quiénes gobiernen nuestro Ayuntamiento a partir del día 28 de Mayo -¡no quiero ni pensar que sean los mismos!, nos vamos a tirar una decena de años sin disfrutar de lo más extraordinario que tenía este maravilloso tesoro: del sol en los fríos días de invierno, y de la sombra en los calurosos días de verano. El Paseo de San Julián, tal y como lo hemos conocido, amado y disfrutado todos mis coetáneos, era todo: las filas de plátanos -para nosotros plataneros- en el centro, y las frondosas choperas a ambos lados, hasta que en 1990, para que nadie pudiera especular con él, aprobamos la creación del ahora devastado Parque Natural. A pesar de que en Febrero de este año les advertí a nuestros gobernantes de la aparición de la placa conmemorativa en el monolito que siempre creímos que pertenecía al ruinoso Convento de San Francisco, por su proximidad a él, en la que se lee perfectamente: “Conmemorativa de la creación del Paseo. Año de 1800 reinando Carlos IV”, estos depredadores no han dejado de hacer en él lo que les ha salido de los ovarios y de los cojones. Pero lo más triste de todo, es que NADIE se lo ha impedido.
