El pasado domingo, las “gracias” de los de siempre les tocaron al Parque Natural del Najerilla, por la mañana, y al Camping El Ruedo, por la noche. Algún o algunos gracioso/os encendieron el miraguano del Parque Natural, y el fuego lo circundó sin que, afortunadamente, entrara dentro. De haberlo hecho, ahora mismo estaría escribiendo algo mucho más espeso. Peor suerte corrieron los dueños del Camping El Ruedo, Juan Ramón y “Yumbito”, que tuvieron las llamas cerquísima de sus casas. La cosa, por fortuna, quedó en una mera anécdota, pero pudo ser muy grave. Y lo peor es que en Nájera, señores gobernantes, el fuego prende sobre quemado.
