jueves, 18 de julio de 2013

El rastro de la tormenta.

Uno de los Olmos derribados en la ribera.

   A pesar de haber derribado varios árboles y una farola, en la ribera del Najerilla y en el Paseo, respectivamente, además de ladrillos caravista y tejas de fachadas y tejados, podemos sentirnos afortunados, porque una tormenta como la del martes por la tarde: Ráfagas de viento de muchos kilómetros y lluvias torrenciales juntas, podría haber causado muchísimos más daños. Así que, aunque ayer se podía observar el rastro de la tormenta por paseos, plazas y calles, no se produjeron daños personales. Dicho esto, quiero aprovechar la ocasión para denunciar una vez más (doy por hecho que el Ayuntamiento le habrá ordenado a la Brigada de Obras retirar inmediatamente los árboles) el peligro que representan para niños y mayores, los troncos varados en la cepa del puente. Quitar eso de ahí con una motosierra, o arrastrándolos con una máquina, no le cuesta nada a la Brigada. Dejarlos todo el verano, puede costarnos una tragedia. Espero que el Ayuntamiento muestre la misma celeridad para erradicar este peligro cierto, que la demostrada  para quitar los árboles y ramas derribados.

Y aquí el Castaño de indias y la farola.