sábado, 27 de noviembre de 2010

Orgullosos de lo suyo.

   Así es como están en el Colegio Público Sancho Tercero, de nuestra ciudad. Orgullosos de la Escuela Pública; de su forma de enseñar; de su filosofía, y de poder brindarle a todos los chiquillos, más allá de su condición social, la oportunidad de poder ser algo de provecho, en esta competitiva sociedad. Para demostrarlo, han cogido un dibujo de uno de sus alumnos, y lo han fotocopiado a color, para ponerlo por todo el recinto,  demostrándonos a los demás, que saben apreciar lo suyo, y que no quieren que ningún político analfabeto y oportunista, se lo pueda quitar.

La vergüenza nacional.

   No me puedo explicar cómo puede haber alguien en esta ciudad que hable bien de ella, salvo que coma del pesebre municipal. Llevo más de un mes colgando vergüenza tras vergüenza, y aún no he hecho nada más que empezar. La que voy a colgar hoy, es ya de preocupar. La Plaza de San Miguel, construida en su día con dinero del “uno por ciento cultural”, no llegó a terminarse nunca, por auténtica desidia municipal. Es más, cuando se empezó, existían varias calles y alguna plaza del casco antiguo peatonalizadas, para que todos los najerinos las pudiéramos disfrutar sin sobresaltos y en bendita hermandad. Dándose el caso, por ejemplo, de que la Plaza de Santa Cruz, llegó a desbancar a la de España, porque para los niños y los mayores, era, además de más bonita, muchísimo más funcional. Pero hubo concejales del pepé, que como no podían circular por ellas, y mucho menos aún aparcar, se las cargaron todas ellas, dejándolas como estaban, para poder campar a sus anchas, y utilizarlas como aparcamiento particular. Sobre todo uno de ellos, que tenía allí el negocio, y mucho poder en la casa consistorial.
   La imagen que esta inacabada Plaza da de nosotros, Amigos cantores, nos tendría que avergonzar, porque creo sinceramente, que es “¡la vergüenza nacional!”